viernes, 16 de febrero de 2024

Los pensamientos de Isabel

 

Los pensamientos de Isabel
Isabel había pedido tanto ser madre, luego se había acomodado a la decisión del Eterno, él sabría porque no les había dado hijos, bueno tenía a su sobrina, aunque hacía tiempo que no la veía, la hija de su prima Ana
Ahora había llegado Zacarías mudo, y le contó una historia de un ángel que se llamaba Gabriel, que les anunció que serían padres
Isabel ya no era una niña, pero la edad de cambiar pañales ya había pasado, no es que dudase del Poder de Dios, no eso jamás, aunque en los ángeles como buena saducea, no creía mucho, pero bueno Sara la de Abraham, había sido madre mucho más vieja.
Pero qué sentido tenía, seguro que el loco de su Zacarías lo había soñado, o ella le entendía mal, Zacarías se lo volvió a repetir por escrito
Días más tarde Isabel se notaba rara, no podía esperar a no tener la regla, porque hacía al menos dos años que no la tenía, pero sus mareos, sus nauseas iban en aumento
Fue visitar a la curandera y partera del pueblo, y esta le confirmó que estaba embarazada
No digas nada le pidió Isabel a la partera
Ahora Isabel tenía que pensar ante su Dios, que darle gracias, por aquel regalo, que aun no entendía, agradecerle su felicidad, pensar como educar al pequeño, que tendría un padre mudo, por lo tanto no podría volver al Templo, a su oficio de sacerdote.
No pudo evitar alegrarse al ver lo que pensarían las vecinas que la miraban mal, por no haber concebido
Pues ahí lo tienen, les esta bien pensó
Es que Isabel aún estaba en el AT, y el amor al prójimo no era tan exigente
Transcurridos sus cinco meses de encierro, de retiro volvió  a su vida normal, bueno normal con 50 años preparando ropa para un bebé pues no era pero en su caso sí
Alguna vecina se ofreció para el parto, y lo mismo la partera
Entonces ya tenía los 6 meses cumplidos. Hoyo la voz de su sobrina María, era inconfundible, y fue corriendo, bueno  intentando correr, allí estaba su pequeña, que guapa era, que paz desprendía, y aquel día mucha más, de pronto Isabel sintió bailar a su bebito, parecía un chalado, como David ante el Arca, el bebito por la voz de la sangre le dijo a su mamá Isabel.
“Es que esa nena que tienes ahí, es el Arca de la Alianza, en Ella está el Esperado”
Isabel no acababa de entenderlo, hasta que por fin sin que supiera como, le lanzo en un grito a María
Bendita tú entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, quien soy yo, para que me visite la madre de mi Señor, dichosa tú, pues lo que te ha prometido el Señor se cumplirá.
María respondió con el Magnificat, y las dos mamás pues ya lo eran llevaban un hijito en su vientre empezaron la vida de cada día, nació el pequeño Juan y María estuvo en el parto de Isabel, ayudando como ayudaba  a su madre Ana que era partera, llegó el día de circuncidar al peque.
Nadie entendía la manía de Isabel de ponerle de nombre Juan, lo normal sería que se llámase como su papá, Zacarías que seguía mudo. Así que decidieron preguntarle al papá, las mujeres dijo un tonto que había por allí, ya se sabe
Zacarías escribió, “Su nombre es Juan, los dodotis están más baratos en Mercadona, que en el Corte Inglés” lo de los dodotis se le olvido ponerlo a Lucas, que uno no va estar en todo
Luego Zacarías se puso hablar y bendecir primero al Dios que le había dado aquel hijito, y que pronto les daría el Salvador prometido en la casa de David
Ahora Isabel al despedir a María su sobrina, pensaba cómo sería la relación humana entre los hijos de ambas, el siervo y el Señor, pero el llanto de Juan, para que lo amamantase  la hizo volver a la realidad y dejar a Dios en libertad de hacer su Voluntad.
Su sueño de ser madre se había realizado. 
Fin.




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